Los hijos de mujeres que bebieron leche durante el embarazo tienden a ser más altos. La declaración es de un equipo de expertos en nutrición de Islandia, Dinamarca y los Estados Unidos.
Querían ver si los beneficios observados en las primeras etapas de la vida aumentarían en los años posteriores. Monitorearon a los niños de 809 mujeres danesas en 1988 y 1989 después de monitorear la cantidad de leche que estas mujeres habían consumido durante su embarazo. Los bebés fueron medidos y pesados al nacer y nuevamente casi 20 años después.
Los resultados, publicados en el European Journal of Clinical Nutrition, muestran que las adolescentes de ambos sexos eran generalmente más altas que sus madres cuando habían bebido más de 150 mililitros de leche al día durante el embarazo. A fines de la adolescencia, también tenían niveles más altos de insulina en el torrente sanguíneo, lo que sugiere un menor riesgo de diabetes.
Científicos británicos también han descubierto que las mujeres embarazadas pueden aumentar el coeficiente intelectual de sus bebés al consumir más leche porque es rica en yodo. Analizaron a más de 1,000 mujeres embarazadas y descubrieron que aquellas que consumían la menor cantidad de yodo (que también se encuentra en otros productos lácteos y pescado) tenían más probabilidades de tener hijos con coeficientes intelectuales más bajos y menos habilidades de lectura.
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