Hervir: saber qué es y cómo evitarlo

¿Ya te ha molestado un forúnculo? Este problema es más común de lo que piensas. Similar a un grano, la ebullición es una inflamación de la piel causada por una bacteria y puede causar muchas molestias.

Las lesiones pueden aparecer en diferentes lugares del cuerpo y, dolorosas, afectan el estado de ánimo e incluso el estado de ánimo del paciente. Además, pueden dejar marcas y cicatrices en la piel.

Descubra a continuación cuáles son las causas, los tratamientos y lo más importante: sepa cómo evitarlo.


¿Qué causa la ebullición?

La dermatóloga Helena Zantut explica que un forúnculo es una infección causada por una bacteria en la piel, que llega al folículo piloso (donde crece el cabello), la glándula sebácea y el tejido subcutáneo que está cerca.

En general, la infección es causada por la bacteria. Staphylococcus aureusPero también puede ser de otras bacterias u hongos que se encuentran en la superficie de la piel.

¿Cómo se manifiesta?

La característica principal de la ebullición es la formación de un absceso, es decir, un bulto muy doloroso, hinchado y rojizo con un área amarillenta en la parte central, que indica la presencia de pus. El tamaño puede variar según el área infectada.


Las lesiones son más comunes en las regiones del cuerpo donde hay vello, y también en las más expuestas a la humedad, la fricción o las sustancias grasas, que facilitan la obstrucción de los folículos capilares. Cara, cuello, axilas, muslos y glúteos son las áreas más comunes.

En general, el diagnóstico es simple y se puede realizar mediante un examen dermatológico clínico. Solo en algunos casos pueden ser necesarias pruebas de laboratorio.

Tratamiento

Cuando se trata de tratar el problema, la primera recomendación importante es: nunca exprimir un forúnculo. Esto puede causar que las bacterias causen que la infección se propague aún más, causando nueva inflamación.


En la mayoría de los casos, la lesión puede sanar por sí sola porque se rompe espontáneamente y no hay necesidad de drenaje por parte de un médico. Una compresa húmeda y tibia puede ayudar a acelerar el proceso de drenaje espontáneo y acelerar el secado por ebullición. Además, es importante mantener siempre limpia la zona afectada y lavarse bien las manos después de tocarla.

Si la ebullición dura muchos días o tiene fiebre, es esencial buscar un dermatólogo, ya que algunos casos requieren tratamiento con antibióticos orales y tópicos (cremas y ungüentos). La persistencia de los síntomas puede indicar que la infección se ha propagado o que hay complicaciones.

Según el Dr. Zantut, algunas personas tienen más probabilidades de sufrir forúnculos. Si el problema persiste, también es importante consultar a un profesional para averiguar qué favorece la aparición de lesiones y la mejor forma de tratamiento.

Cómo evitar

Vea los consejos de la Dra. Helena Zantut para prevenir los forúnculos:

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