Todo sobre diabetes infantil

La diabetes es un cambio en los niveles de la hormona llamada insulina, que es producida por el páncreas y ayuda al cuerpo a convertir el azúcar en los alimentos en energía para las funciones corporales. Cuando el páncreas disminuye en la producción de insulina, el azúcar no se convierte en energía y los niveles de glucosa en la sangre se disparan. Este cambio es lo que conocemos como diabetes.

La enfermedad tiene dos formas de manifestación: diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. El tipo 2 es hereditario y depende de factores genéticos para aparecer. Además, en este tipo, la producción de insulina no es el factor alterado. El cuerpo produce insulina normalmente, pero las células resisten su acción al regular las tasas de glucosa. Esta forma de la enfermedad es más común en adultos, pero con el aumento de los casos de obesidad infantil, muchos niños tienen el problema.

La diabetes tipo 1, por otro lado, puede ocurrir desde el nacimiento hasta la edad de aproximadamente 30 años, aunque los niños de cinco a siete años y los adolescentes que pasan por la pubertad tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.


Síntomas

Un niño con diabetes tiende a tener un mayor apetito y sed, así como una necesidad más frecuente de orinar como resultado de la alta ingesta de agua. La pérdida repentina de peso es otro síntoma que debe alertar a los padres. Muchos niños diabéticos tienen mareos, hormigueo, malestar, somnolencia y debilidad. El niño se cansa fácilmente y más rápido de lo normal.

Es importante tener cuidado de que no haya variaciones muy repentinas en las tasas de glucosa. La hiperglucemia (demasiada glucosa en la sangre) y la hipoglucemia (muy poca glucosa en la sangre) son a su manera muy peligrosas para la salud del paciente.

Tratamiento

La recomendación médica para el tratamiento de la diabetes infantil es la aplicación de insulina a través de inyecciones diarias (entre dos y cuatro al día, según las tasas verificadas). La comprobación de los niveles de glucosa debe realizarse en casa todos los días utilizando dispositivos específicos que miden las tasas con una sola gota de sangre.


Además, es esencial mantener una dieta equilibrada, evitando el consumo excesivo de dulces. Uno debe equilibrar la ingesta de proteínas, carbohidratos y grasas comiendo alrededor de seis veces al día. Los dulces dietéticos pueden ser una buena opción para que su hijo no extrañe tanto las golosinas.

La combinación de estas precauciones con la actividad física también ayuda a contrarrestar los efectos de la diabetes y hace que el niño viva una vida casi normal.

Sintomas de diabetes infantil | Causas de la diabetes (Abril 2024)


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