El castigo físico contra los niños puede causar trastornos mentales.

El hábito de educar usando palmaditas era muy común hasta hace poco. Pero con la aprobación, en diciembre de 2011, del proyecto de ley que prohíbe esta práctica, surgió una fuerte discusión sobre los derechos y deberes de la familia en la crianza de los hijos. Ahora, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Manitoba, Canadá, señala que el castigo físico puede aumentar las posibilidades de que un niño desarrolle problemas mentales cuando llegue a la edad adulta.

La investigación, publicada en la revista Pediatrics, seleccionó a 600 estadounidenses mayores de 20 años que habían participado en la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas. De los encuestados, el 6% dijo que sufrieron castigos físicos (bofetadas y empujones al hacer algo mal) durante la infancia. Entre estas personas, la probabilidad de desarrollar trastornos psicológicos fue 40% mayor que el promedio de los demás.

Aunque los propios autores de la investigación afirman que no puede tomarse como definitivo, sus resultados son importantes para que los padres revisen sus métodos de educación, siempre enfocándose en el diálogo abierto y las pautas de psicología infantil.


Las dificultades que enfrentan las familias en la educación de niños y adolescentes son un denominador común en la sociedad actual. El avance de su tecnología, junto con el hecho de que no todos los padres pueden mantenerse al día con estos cambios, aumenta aún más los problemas de relación entre padres e hijos. Sin embargo, algunas actitudes simples pueden ayudarlo a educar de la manera correcta sin abofetear.

Da un ejemplo

No sirve de nada dar órdenes que usted no cumple. Si le está pidiendo a su hijo que no diga malas palabras, asegúrese de que la policía no lo haga, si quiere que traten bien a otras personas, demuestre que su forma de tratarlas es la correcta, y así sucesivamente. No olvides que te reflejan para reunir sus propias personalidades. Educar con el ejemplo es una manera eficiente de mantenerlos en el camino correcto.

No te rindas a la mañana

Muchos padres, demasiado vagos para discutir con sus hijos, finalmente ceden ante el llamado berrinche. Los niños son casi profesionales en el chantaje, y si abres la guardia, te golpearán por insistencia. Así que sé firme en tus posiciones y no dejes que dicten las reglas. Esto evitará que uses la fuerza física para dominarlos.


Se honesto, da explicaciones sinceras y consistentes

Cuando su hijo quiera hacer algo que usted considere inapropiado, debe indicar sus razones. Solo negarlo no es suficiente para que ella aprenda a diferenciar lo correcto de lo incorrecto. Una vez más, la conversación directa y sincera, sin inventar historias ni excusas, es la mejor salida.

No amenaces

La amenaza condiciona al niño a actuar de ciertas maneras sin comprender completamente los motivos, aprender de la situación o incluso comprender su importancia. Amenazar con quitarle un privilegio si se porta mal es, por lo tanto, perjudicial para el desarrollo de su hijo. Amenazar e incumplir, entonces, puede ser aún peor, ya que le quita su credibilidad y autoridad como madre.

Opte siempre por el diálogo para resolver situaciones de conflicto con los pequeños. Golpear puede parecer una buena solución inmediata, pero con el tiempo, la violencia nunca es positiva.

¿Es positivo el castigo físico en los niños? (Abril 2024)


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