El cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más común entre las mujeres del mundo. La enfermedad crece lenta y silenciosamente y muchas mujeres no tienen síntomas ni desconfían del problema.
Es importante someterse a exámenes preventivos al menos una vez al año, porque si se diagnostica temprano, el cáncer tiene tratamiento. Las pruebas también sirven para detectar otras enfermedades cervicales como heridas y cervicitis.
Heridas Cervicales
Aunque el problema se conoce popularmente como herida cervical, no es una lesión.
Es una porción del cuello uterino que gira hacia afuera y deja expuesto el tejido del canal cervical. Como el tejido es rojizo, parece una herida, de ahí su nombre.
La mujer no atrapa? heridas en el útero, son consecuencia de cambios hormonales que ocurren en la edad fértil y una causa frecuente de que esto ocurra es el uso de anticonceptivos.
El tejido del canal cervical es sensible a los gérmenes en la cavidad vaginal y, si se expone, puede producirse un sangrado local, especialmente después de las relaciones sexuales.
La solución es suspender el uso de anticonceptivos hormonales (píldora y parche), optar por otro método y utilizar antibióticos vaginales en forma de crema. Después del tratamiento de la infección, la cauterización cervical es la opción más adecuada para eliminar las llagas.
Los métodos más comunes son la criocauterización (cauterización cervical fría con dióxido de carbono), electrocauterización, cauterización de alta frecuencia y láser. Todos se hacen en el consultorio de un médico y son prácticamente indoloros.
Cervicitis
La cervicitis es una irritación cervical que puede ser congénita, de origen hormonal (asociada con el embarazo y el uso de anticonceptivos orales) o causada por infecciones bacterianas. Estas infecciones son causadas por las bacterias naturales de la flora vaginal o por bacterias transmitidas a través del sexo sin protección.
Con menos frecuencia, la cervicitis es causada por la sensibilidad a ciertos productos químicos, como el condón, el látex, los espermicidas y los tampones vaginales. También hay cervicitis crónica, que aparece después del parto.
Más de la mitad de las mujeres con cervicitis no sienten absolutamente nada, solo la minoría tiene síntomas como flujo vaginal, dolor abdominal bajo intenso, incomodidad y sangrado durante el coito.
El diagnóstico no siempre es fácil, pero si el examen ginecológico muestra evidencia de la presencia de la bacteria que causa la infección, el tratamiento antibiótico de la cervicitis debe iniciarse incluso sin ningún síntoma.
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