Las bebidas alcohólicas pueden ser más efectivas que algunas drogas para aliviar el dolor

¿Sabes cuándo te levantas después de una noche con unos sorbos y descubres que tu cuerpo está lleno de misteriosas marcas moradas que no sabes de dónde vienen? Si sospechas que ni siquiera sentiste los golpes porque eras un poco alterado, sé que probablemente tengas razón.

Esto puede no ser nuevo para aquellos que siempre tienen su vaso en la mano, pero el hecho es que una encuesta realizada en el Reino Unido el año pasado mostró que efectivamente existe una relación entre el consumo de alcohol y el alivio del dolor.

Sin embargo, te advertimos ahora: tomar bebidas en exceso para tratar cualquier tipo de dolor hará más daño que bien, ¿combinados?


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El estudio dirigido por el Dr. Trevor Thompson examinó 18 encuestas anteriores de 404 participantes y descubrió que existe una fuerte evidencia de que el alcohol eleva el umbral del dolor y disminuye la percepción de la intensidad del dolor, haciéndonos más tolerantes a esta sensación.

Según las declaraciones del Dr. Thompson a la Universidad de Greenwich, ¿una concentración de alcohol en la sangre de 0.08%? resultado de consumir aproximadamente 1 litro de cerveza o dos copas de vino promedio? conduciría a una reducción del dolor del 24%.

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Este efecto parece ser similar al de los medicamentos opioides (derivados de la morfina), como la codeína, y superior al paracetamol, como comentó el investigador a The Sun. Sin embargo, el propio Dr. Thomson señala que aún no es posible una comparación directa. entre el alcohol y las drogas analgésicas debido a las limitaciones de los estudios disponibles.

Otro aspecto sobre este efecto del alcohol que aún no se comprende completamente es su mecanismo de acción. Una hipótesis es que actúa sobre los mismos receptores activados por sustancias como la ketamina, un medicamento utilizado para tratar el dolor crónico y como anestésico, lo que puede causar alucinaciones en este último caso. Otra hipótesis es que el alcohol alivia el dolor simplemente porque reduce la ansiedad.

No usar el dolor para justificar la embriaguez

Como bien sabe, el alcohol tiene una serie de efectos perjudiciales sobre la salud de la persona que lo consume y el bienestar de la sociedad que lo rodea. Por lo tanto, el propósito de la investigación no es legitimar la ingestión de alcohol como una forma de tratamiento del dolor.


En cambio, los científicos esperan que en el futuro sea posible aislar componentes analgésicos clave para producir nuevos medicamentos aún más potentes para aliviar el dolor, pero sin causar los efectos tóxicos y dañinos del alcohol.

Además, como explica el propio Dr. Thompson, el volumen de alcohol necesario para aliviar esta sensación de manera constante a largo plazo ya es suficiente para comprometer la salud del paciente. Esto se debe a que esta cantidad de alcohol excede los valores establecidos por la OMS para un consumo moderado (aproximadamente 660 ml de cerveza o 200 ml de vino al día, máximo 5 veces por semana).

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El estudio también plantea la hipótesis de que el efecto analgésico del alcohol puede explicar el mayor riesgo de adicción entre las personas que sufren dolor crónico, llamando la atención sobre la necesidad de ofrecer alternativas de tratamiento menos dañinas para la salud.

Entonces, si su idea era pedir otra caipirinha porque tiene algún tipo de dolor, sepa que la mejor opción es buscar ayuda médica para encontrar una solución al problema sin tantos efectos secundarios.

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