Religiosidad y niños

El dicho dice que el fútbol, ​​la política y religion No deben discutirse, cada uno tiene sus propias preferencias y lo correcto es mantenerlos para uno mismo. Pero cuando se trata de niños, ofrezca algún tipo de orientación religiosa ? preferiblemente separado de las etiquetas? Puede ser una buena manera de enseñarles valores como la caridad y el amor al prójimo.

Cuando ingresas el tema en pequeña educación y cómo hacerlo para que no se sientan obligados a adoptar esta o aquella religión, y se preocupen por no desarrollar en ellos ningún tipo de prejuicio u odio motivado por la fe, son preguntas comunes e importantes entre los padres.

¿A qué edad empiezas?

Según los expertos, es importante dar a los niños nociones generales del bien y del mal desde una edad temprana. Deben comprender que deben respetar a los demás, por lo que la regla general que se debe aprobar es "No debería hacer a los demás lo que no quisiera que me hicieran a mí". Esta noción es suficiente para los primeros años de vida.


Para un niño menor de siete años, es muy difícil separar el material del resumen.

Por lo tanto, hablar de Dios antes de esta edad es delicado. Un niño muy pequeño no puede entender a Dios sin vincularlo a la imagen de un señor barbudo que habita en los cielos, es decir, sin crear una imagen "material". para ella misma

Lo ideal es explicar a los más jóvenes la diferencia entre el bien y el mal sin asociar estas definiciones con una iglesia o creencia en particular. Si desea dar orientación específica a la iglesia, puede alentarlos a asistir a clases de evangelismo para niños, pero tenga cuidado de no forzar la situación. Los niños que asisten a este tipo de entorno porque están obligados a hacerlo tienden a desarrollar aversión en lugar de simpatía.


Según el psicólogo Aimê dos Santos Alves, “el sentimiento de religiosidad debería aparecer con el tiempo, ya que el ser humano debe tener libertad de elección. Luego, para los más pequeños, transmitiremos, a través de ejemplos y diálogos, el sentimiento de solidaridad, ciudadanía, participación, amor y respeto por los demás y la naturaleza. Con el tiempo, con la edad, los gustos y las elecciones cambian, pero ¿los principios morales y éticos seguramente se solidificarán para que nuestros hijos sepan el camino a seguir?

La espiritualidad es una forma simple y coherente de enseñar valores morales, éticos y familiares a los más pequeños. Los niños que reciben nociones del tema crecen con una mejor estructura emocional y moral.

No estimular prejuicios

Una vez que su hijo haya mostrado interés en una religión u otra, comience a hablar con él sobre la necesidad de respetar las elecciones religiosas de otras personas Esto es importante para evitar que desarrolle prejuicios de cualquier tipo con respecto a otras creencias y doctrinas religiosas.

Este consejo también es válido en caso de que el niño termine siguiendo la misma religión que los padres. Fomentar comportamientos discriminatorios o ideas preformuladas sobre realidades que no conoce de manera adecuada e incorrecta socava la relación de sus hijos con el resto de la sociedad.

En un mundo donde la integración de diferentes mentalidades e ideologías está cada vez más extendida, vale la pena transmitir este tipo de valor positivo a las nuevas generaciones.

Religiosidad popular (Abril 2024)


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