10 hábitos que fortalecerán su relación con sus hijos

Tener hijos es una experiencia única que hace que las mujeres descubran nuevos sentimientos, nuevas responsabilidades y, por supuesto, nuevas alegrías.

Desde el embarazo, pasando por la magia del parto hasta nuevos descubrimientos como la primera sonrisa, el primer alimento para bebés y el primer paso, la experiencia de la maternidad es única e intensa.

No hay duda de que la relación entre la madre y sus hijos es fuerte, emocionante y eterna, lo que solo será cada vez más cierto con el tiempo. ¿Y tirar el primer pañal a la mujer que no estaba emocionada de escuchar a su bebé decir? ¿Mamá? ¿por primera vez?


Si bien toda esta poesía existe en el acto de ser madre, y la experiencia de tener hijos es realmente emocionante y hermosa, no siempre podemos conectarnos con nuestros pequeños (o no tan pequeños), especialmente a medida que crecen y comienzan a crecer. interactuar con el mundo de manera más independiente.

Sin lugar a dudas, la preadolescencia y la adolescencia en sí mismas son momentos desafiantes en la vida de una madre, y los cambios en el comportamiento de los niños que quieren ser dueños de ellos mismos a veces generan temores y preocupaciones. Afortunadamente, hay una manera de fortalecer su relación, y puede conocer algunos consejos valiosos a continuación:

Lea también: 11 datos que muestran cuán duro trabajan las madres para criar a sus hijos


1. Apunta a 12 abrazos diarios

Para la terapeuta familiar Virginia Satir, cuatro abrazos diarios son necesarios para nuestra supervivencia; ocho para mantenimiento y 12 para nuestro crecimiento. La idea aquí es crear un contacto físico real: abrace a su hijo todos los días cuando se despierte y cuando se vaya a dormir.

El contacto físico a través del abrazo, el abrazo, el ojo a ojo y la sonrisa crea un fuerte vínculo emocional, especialmente entre la madre y sus hijos. Es posible que a los adolescentes no les guste abrazarse tanto, por lo que deben buscar otras formas de conexión, como una conversación más intensa, que muestre interés en su vida mientras toman un refrigerio juntos. Mostrar un interés real en la vida de su hijo y abrazarlo siempre que sea posible es una actitud que brinda resultados positivos.

2. Jugar juntos

Cuando juegas con tu hijo pequeño y haces un lío con él, el cuerpo del niño liberará endorfinas y oxitocina, lo que brinda la sensación de bienestar y ayuda a crear lazos estrechos entre ustedes dos. Cree situaciones diarias que impliquen risas y diversión para que su hijo crezca con menos ansiedad y sintiéndose conectado con usted. Juega juegos que te ayudan a crear valores sobre cooperación y liderazgo.


3. Deje la tecnología a un lado

Cuando esté con su hijo, no revise sus redes sociales con frecuencia ni haga que se sienta estresado por el exceso de fotos que le toma. Créeme, para los niños, tu amor vale más en la práctica que en las fotos de Instagram. Cuando no hay interferencia tecnológica, la conexión es más fácil y más verdadera.

4. Comprender los momentos de transición.

Los niños no siempre pueden manejar la transición de una fase a otra muy bien, y será así durante mucho tiempo, por lo que a veces terminan teniendo comportamientos más agresivos y rebeldes. La forma es mostrar que usted está allí, usar siempre el nombre de su hijo, mirarlo a los ojos e intentar hacerlo sonreír y darse cuenta de que puede contar con su comprensión y apoyo.

Lea también: 15 datos interesantes sobre la lactancia materna

5. Dedique tiempo exclusivo a cada uno de sus hijos.

Si tiene más de un hijo en casa, es bueno darle un tiempo exclusivo. Estamos hablando de 15 minutos al día aquí, y en ese momento debes mostrar interés y atención al niño o adolescente con el que estás interactuando.

Un buen consejo es que todos tengan su día de elegir la actividad. En su día, intente realizar tareas que impliquen contacto y preferiblemente hagan que su hijo se divierta y se ría mucho.

6. Deje que su hijo llore

A veces, el llanto de su hijo llega cuando menos lo espera, pero los niños lloran y siempre será así. Dejar que su hijo llore es una buena manera de mostrarle que tiene la oportunidad de mostrar sus sentimientos, y puede aprovechar la ocasión para ayudarlo a lidiar con sus problemas.

¿No le digas a tu hijo que su llanto te pone triste o enojado? en cambio, muestra compasión e interés en ayudar.Cuando el niño siente que se comprende su frustración o enojo, comienza a aprender a manejar estos sentimientos más fácilmente, y una vez que eso suceda, estará más relajado y cooperará.

Es difícil no ser paciente o irritable con su hijo, pero si aprende una forma de hacerlo, obtendrá los mejores resultados.

Lea también: 10 películas que retratan las emociones de ser madre

7. Aprende a escuchar y mostrar empatía.

Muestre interés en lo que dice su hijo y siempre aliéntelo a que le diga cuáles son los puntos que lo hacen feliz, lo que lo enoja, lo que lo asusta, etc. Esto le permitirá ver situaciones desde la perspectiva de su hijo y luego generar empatía.

8. Tómatelo con calma y vive el momento

El ritmo agitado de la vida ocupada y adulta no coincide con la vida de un niño, por lo que es bueno que te acostumbres a comprender esto y poner en práctica esa idea. Va con calma. Antes de darle a su hijo una fruta, por ejemplo, muéstrele cómo es la corteza y el olor de la comida, bromee y ayúdele a comprender que este tipo de fruta es bueno para su salud.

Lo mismo ocurre con la hora del baño: huela el cabello de su hijo, demuestre que le gusta estar con él, escuche sus risas, comprenda que él quiere jugar mientras está en la bañera y también jugar con él. ¿Es una alegría estar con su hijo en el momento presente? No tengo ninguna duda al respecto.

9. Valorar la hora de dormir

Idealmente, lleve a su hijo a la cama un poco antes de cuando debería dormir. En este momento, quédese a su lado, cuente una pequeña historia, demuestre que la ama y hable sobre cosas interesantes, como algo diferente que sucedió en la escuela. Deje que el niño también le diga algo y, cuando lo haga, escúchelo con calma y atención. Lo bueno es no abandonar este ritual de sueño cuando su hijo comienza a crecer.

10. Estar presente

La historia de que el tiempo pasa demasiado rápido es verdad, así que disfruta cada momento con tu hijo, porque cuando menos te imagines, él estará pensando en ir a la universidad en otra ciudad.

Lea también: 20 fotos emocionantes de madres amamantando a sus bebés

El consejo aquí es simple: cuando esté con su hijo, realmente esté con él, evite pensar en problemas en el trabajo o en la ropa que debe lavarse sin falta. Interactúa, vive, siente las emociones de tu hijo, abrázalo siempre que sea posible y asegúrate de preguntarle qué piensa sobre la vida familiar. Si todas las familias fueran así, tendríamos niños y adultos mucho más felices.

10 Primeras Señales De Una Relación Tóxica (Mayo 2024)


  • Niños y adolescentes
  • 1,230