Conoce el síndrome de shock tóxico

El síndrome de shock tóxico, también conocido como TSS, es una enfermedad rara, pero si no se diagnostica temprano y se trata adecuadamente, puede llegar a ser fatal. Fue descubierto en la década de 1980 en los Estados Unidos, pero hasta el día de hoy la medicina no lo entiende completamente. No es una enfermedad contagiosa, pero cualquiera puede verse afectado.

Es una infección causada por diferentes bacterias, la más común es Staphylococcus aureus. Está presente en algunas regiones del cuerpo, como la nariz, las axilas y la vagina, y se desarrolla a través de heridas de la membrana mucosa. Cuando las toxinas producidas por estas bacterias se liberan en el cuerpo y entran en grandes cantidades en el torrente sanguíneo, causan daños graves.

A fines de la década de 1970, un brote de infección golpeó a un gran número de personas, la mayoría de ellas menstruando a mujeres y mujeres jóvenes con tampones. En ese momento se fabricaron con productos químicos capaces de absorber el flujo durante largos períodos. Durante muchos años, la enfermedad se asoció con el uso de estas almohadillas.


Los médicos e investigadores no han llegado a ninguna conclusión decisiva sobre la ocurrencia, pero el hecho es que cuando usan tampones, las mujeres pasan más tiempo sin cambiarlos, especialmente en los días en que el flujo ya no es tan intenso, un hecho que Favorece la proliferación y un aumento considerable de bacterias dentro de la vagina, entre ellas, las responsables del SST. Otro factor que favorece la asociación del uso de tampones con la enfermedad es que, según los médicos, algunos tampones pueden causar lesiones microscópicas en la vagina a través de las cuales se produce una infección en la sangre.

Aunque es raro, la incidencia más alta (casi la mitad) aún corresponde al uso prolongado de tampones, pero la otra mitad, que afecta a hombres, niños, mujeres menopáusicas y mujeres que no son tampones, se origina en infecciones causadas por quemaduras, cirugía y picaduras de insectos.

Los síntomas aparecen repentinamente y pueden progresar rápidamente. Los más comunes son malestar general, fiebre superior a 39 grados, vómitos, diarrea, dolores de cabeza, dolor de garganta, mareos con o sin desmayos, dolores musculares, manchas en las manos y los pies, irritación cutánea similar a quemaduras, entre otros.


Actualmente, la mayoría de los fabricantes de tampones ya no usan productos químicos para contener fundentes durante mucho tiempo, han vuelto a usar fibras de algodón, pero los médicos no recomiendan su uso prolongado, especialmente aquellos indicados como superabsorbentes, eso no debe ser usado.

Medidas como evitar dormir con el tampón, cambiar el uso con el tampón, no usarlo durante más de 4 horas, nunca dejarlo durante más de 8 horas y elegir un tampón de baja absorción puede ayudar a minimizar Los riesgos de contraer la enfermedad también duplican la atención a la higiene después de someterse a cortes, cirugía o cualquier otro tipo de lesiones.

No existe una prueba específica para diagnosticar la enfermedad, pero al recolectar sangre y orina, se encuentran las bacterias u otras que tienen síntomas similares. Una vez que se diagnostica el problema, el tratamiento puede requerir hospitalización y administración de antibióticos para combatir las bacterias causales. Después de eso, otros tratamientos ayudan a estabilizar el cuerpo, estabilizar la presión arterial y prevenir la deshidratación. Como los riñones también pueden verse afectados, en algunos casos pueden fallar, por lo que las sesiones de diálisis renal son imprescindibles.

Siempre es mejor prevenir que curar, así que si usa tampones y de repente nota estos síntomas durante o después de la menstruación, quítelos de inmediato, consulte a su médico y hable sobre sus sospechas. El diagnóstico temprano en la mayoría de los casos puede ser decisivo para la vida del paciente. Cuídate.

¿Qué es el síndrome del shock tóxico? (Mayo 2024)


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