Consorcio matrimonial

El deseo de casarse sigue siendo uno de los mayores deseos de la mayoría de las mujeres. Organizar la ceremonia y la fiesta de los sueños requiere mucho dinero, pero ya no es una excusa para dejar de ir al altar.

El consorcio matrimonial Es una novedad para aquellos que quieren comenzar una vida juntos, pero no tienen tiempo ni capital para ello. El plan funciona igual que los consorcios tradicionales para automóviles, bienes raíces y otros bienes.


Al adherirse al plan, la pareja compite por rifas mensuales, celebradas en asambleas. La diferencia es que después de ser contemplados, los novios pueden usar el crédito para contratar solo servicios para la organización de la ceremonia de la iglesia, el buffet, la decoración, la banda y lo que sea necesario para la fiesta.

Algunos administradores ofrecen cuotas para cubrir el día de la novia y la luna de miel. Además, la novia y el novio pueden usar el consorcio matrimonial para conquistar tu primera residencia.

El consorcio matrimonial No permite una entrega larga, como máximo hasta el día de la ceremonia, de ahí la ventaja de hacer tal plan. La pareja todavía tiene la opción de ajustar las cuotas al presupuesto y puede depositar una cantidad mensual antes de la contemplación, que en el futuro se convertirá en un crédito para ser utilizado para contratar servicios o un bien, como en los consorcios convencionales.

Para los novios más impedidos que temen que algo imprevisto moleste a la fiesta, otra opción también es contratar un servicio de seguro de bodas, que garantice el reembolso del dinero si la ceremonia no ocurre o se pospone.

El sacramento del Matrimonio (Mayo 2024)


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