Los hábitos posteriores al entrenamiento pueden mejorar su rendimiento físico

Después de cualquier actividad que implique esfuerzo físico, especialmente después de entrenar en el gimnasio, el cuerpo comienza a reparar el estrés al que han sido sometidos los músculos.

Según Luciana Mankel, una educadora física especializada en fisiología del ejercicio, el proceso de recuperación condiciona al cuerpo a fortalecerse y permite la pérdida de peso, por lo que las actividades realizadas dentro de las 48 horas posteriores al ejercicio tienen una gran contribución a los resultados que se lograrán.

Actitudes que mejoran la actividad física y reducen las molestias.

El agua potable es la recomendación que los practicantes de actividad física escuchan más, ya que ayuda a perder peso, ayuda a controlar los impulsos y a mantener la saciedad. Este consejo no solo es correcto, sino que debe tomarse muy en serio, ya que las personas que no se hidratan bien tienen más probabilidades de quemar masa magra durante el ejercicio. Además, sin agua, el cuerpo produce menos actividad, se mueve automáticamente a un ritmo más lento y ya no quema calorías porque no tiene la cantidad adecuada de líquido para completar sus funciones.


Para una buena hidratación, lo ideal es incluir, además de 2 litros por día, más 500 ml por hora de actividad física, beber agua no solo después del ejercicio, sino también antes y durante, la guía nutricionista Inarí Ciccone, que se especializa en nutrición deportiva. por Unifesp.

Estirarse después de una actividad física también es una buena práctica. El estiramiento no es solo una preparación para la actividad física, los estudios muestran que el estiramiento después del entrenamiento implica hasta un 20% de ganancia en la masa muscular. Tener este hábito es esencial para la recuperación de cualquier ejercicio, ya que activa el sistema circulatorio y vigoriza los sistemas respiratorio y neuromuscular.

Para inhibir el dolor, está indicada una técnica de estiramiento estadounidense llamada estiramiento de activación aislada. La técnica aconseja que cada posición se mantenga durante 3 segundos y con diez a 12 repeticiones, lo que permite una mayor circulación y una mejor oxigenación muscular.


Tener un masaje después del entrenamiento es otra buena iniciativa, ya que acelera la regeneración muscular hasta en un 60%, previene lesiones y reduce la inflamación en el tejido al estimular el flujo sanguíneo en el área.

Un consejo interesante es, después del ejercicio, tomar una ducha fría para reducir el dolor localizado y luego aplicar una crema hidratante masajeando el cuerpo. Para un masaje efectivo, deslice las manos sobre las piernas hacia las ingles, los brazos hacia las axilas, el abdomen en el sentido de las agujas del reloj y desde la cintura hasta la ingle. Si encuentra algún volumen, presione suavemente el lugar desde afuera hacia adentro.

El día después de un entrenamiento riguroso está indicado realizar una actividad de baja intensidad para prolongar las ganancias musculares y estimular el flujo sanguíneo para el transporte adecuado de nutrientes a los músculos y la eliminación de toxinas como el ácido láctico, responsables de la sensación de dolor. Músculo después del entrenamiento. Otro punto positivo es que hacer ejercicio continuamente contribuye a un buen sueño, otro elemento clave para el buen desempeño de las actividades físicas.


Dormir bien es importante porque a medida que dormimos, el cuerpo produce altos niveles de GH, la hormona del crecimiento, que promueve la renovación celular necesaria para la reparación muscular, la estimulación de la quema de grasa y la construcción ósea después de un día de entrenamiento.

Según una investigación presentada en la 26ª Reunión Anual de la Academia Americana de Medicina del Sueño, no tener un sueño de calidad altera las hormonas de saciedad, lo que aumenta la tendencia a comer más durante todo el día con opciones de alimentos poco saludables.

La buena nutrición es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo y esto incluye un buen desempeño en las actividades físicas y el mantenimiento de un cuerpo sano. Los profesionales del deporte y los científicos abogan por la importancia de la nutrición post-entrenamiento como una herramienta para ayudar a la reparación muscular.

Comer alimentos que contengan proteínas y carbohidratos complejos, como huevos, pechuga de pavo, panes integrales y frutas, hasta 30 minutos después de la gimnasia promueve un buen resultado, ya que las proteínas aceleran el metabolismo y fortalecen la reparación de tejidos y los carbohidratos complejos. reponga energía evitando que su cuerpo consuma masa muscular.

Deben seguirse constantemente los buenos hábitos que pueden aumentar la energía, reducir el dolor y acelerar la pérdida de peso sin esfuerzo, ya que el cuerpo necesita una rutina que brinde la mejor infraestructura para que pueda responder a su salud y a la pérdida de peso. .

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