Con temperaturas que caen día a día hasta que llega el invierno, es aún más agradable tomar una taza de té por la mañana o antes de acostarse, ¿verdad?
Los tés ya son nuestros viejos conocidos a la hora de darle al cuerpo un poco de fuerza para mejorar sus procesos de cura de enfermedades respiratorias, digestión y eliminación de toxinas, siendo una bebida muy popular en todo el mundo.
Sin embargo, lo nuevo es que, además de los beneficios para el cuerpo, ¿beber té también puede ser bueno para nuestro cerebro? más específicamente, reduciendo el riesgo de desarrollar Alzheimer hasta en un 86%.
Este fue el resultado de un estudio publicado este año por la Universidad Nacional de Singapur y puede revelar una forma muy económica de disminuir las posibilidades de esta enfermedad.
Cómo el té puede prevenir el Alzheimer
La investigación en Singapur involucró a 950 personas de 55 años o más y estudió sus hábitos de consumo de té entre 2003 y 2005. Luego, en los años siguientes hasta 2010, los investigadores siguieron a los participantes, evaluando sus funciones cognitivas de acuerdo con ciertos estándares.
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El resultado fue que aquellos que bebieron regularmente tuvieron una reducción del 50% en su riesgo de desarrollar trastornos neurocognitivos. El poder del té resultó aún más impresionante para las personas que tenían una predisposición genética al Alzheimer: en este caso, el riesgo de la enfermedad se redujo en un 86%.
Las sustancias en el té que lo hacen tan especial son las catequinas y las teaflavinas, que contienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y protegen el cerebro del envejecimiento.
Según un estudio publicado en 2013, la teanina y la cafeína derivadas del té ayudaron a sus consumidores a desempeñarse mejor en el trabajo. Combinada con L-teanina, la cafeína se convierte en un aminoácido que reduce la fatiga mental al tiempo que mejora la memoria y le da al cerebro más acceso.
Además, la investigación publicada en 2012 en ratones mostró que la sustancia EGCG que se encuentra en el té verde también ayuda a mejorar la memoria. EGCG aumenta la producción de células progenitoras neurales, que el cerebro puede adaptar según sea necesario.
Cómo consumir tu té para disfrutar de los beneficios
La buena noticia: cualquier tipo de té tiene este efecto protector contra el Alzheimer, por lo que puede elegir su sabor favorito. Sin embargo, es importante que el té esté hecho de las hojas de la planta y que se consuma regularmente.
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Aunque las bolsas de té no son perjudiciales para nuestra salud, los tés hechos con ellas no tienen los mismos beneficios que preparar las hojas, que pueden ser frescas o secas.
Además, es importante evitar una infusión muy larga. En el caso del té verde, de 2 a 3 minutos de infusión es suficiente. Para los otros tés, 3 a 5 minutos es el momento ideal. Cuando el té se prepara por más tiempo, las plantas eventualmente liberan taninos, lo que hace que la bebida sea amarga.
Y, por supuesto, debe prestar atención a los productos que usará si endulza su té. En lugar de usar azúcar refinada, prefiera agregar una cucharadita de miel.
¿Te ha gustado esta noticia? Es un buen incentivo para aumentar el consumo de estas deliciosas bebidas, ¿no?
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