La falta de lubricación en la intimidad es extremadamente común y ocurre por varias razones. El envejecimiento, el embarazo, los problemas de salud e incluso los medicamentos comunes, como los antihistamínicos y los antidepresivos, a menudo causan sequedad vaginal y contribuyen al dolor durante las relaciones sexuales y a la baja libido asociada que se desarrolla.
El mercado de lubricantes está saturado de opciones, pero cuando se mira más allá del empaque, debe saber que más del 95% de los lubricantes están hechos con ingredientes petroquímicos, incluido el propilenglicol, un derivado utilizado en productos como anticongelante y líquido de frenos y polietilenglicol, usado en laxantes y limpiadores de hornos. Estos se conservan en gran medida con metil y propil parabeno que se han seleccionado como posibles carcinógenos.
El resultado más preocupante de usar este tipo de lubricantes es que las mujeres que los usan tienen 13 veces más probabilidades de contraer vaginosis bacteriana en comparación con las mujeres que no usan nada. Esta es una crisis de salud pública porque el número de mujeres afectadas por la vaginosis bacteriana es bastante alto. Peor aún, el 84% de las mujeres que tienen, no lo saben. Lo más alarmante es que las mujeres con el problema tienen un 60% más de probabilidades de contraer otras enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH.
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