Cómo evitar malestar en días calurosos

Durante el verano, el calor intenso en cualquier momento del día termina dejando al cuerpo poco dispuesto a enfrentar las actividades diarias frente a las altas temperaturas. La necesidad de comer se reduce, la somnolencia aumenta y la incomodidad por calor puede hacer que las personas estén de mal humor e impacientes.

No hay forma de evitarlo, las temperaturas cálidas son más agradables cuando se disfrutan en la playa o en lugares más frescos. Pero si bien todavía no disfruta de sus merecidas vacaciones y necesita mantener la rutina, puede aprovechar algunos consejos de Cómo aliviar los males en los días calurosos.


Alimentación saludable

La comida de verano debe ser más ligera para evitar esa sensación de cuerpo pesado durante todo el día. Haga cambios en el menú y reemplace los alimentos con calorías por otros más saludables.

El plato debe ser muy colorido con variaciones de verduras, carne a la parrilla y magro. Una comida balanceada con alimentos saludables ayuda a darle a su cuerpo más saciedad sin comer en exceso, especialmente a la hora de la cena.

Los postres con alto contenido de azúcar son los más sabrosos, pero también son muy calóricos y deben consumirse sin exagerar. Elija cambiar los dulces por frutas que además de tener el azúcar natural, son sabrosas y muy refrescantes.


La mayonesa y las salsas preparadas también deben reemplazarse por aceite de oliva, limón, vinagre y salsas hechas con mostaza y yogur para dieta más ligera en verano.

Hidrata el cuerpo

En verano, debe consumir muchos líquidos no solo para calmar su sed, sino también para hidratar su cuerpo. Se recomienda beber hasta 2 litros de agua por día para satisfacer las necesidades del cuerpo. Otros tipos de líquidos también ayudan a combatir los días calurosos. Además del agua pura, incluya en su menú de verano Bebidas saludables como agua de coco, jugos naturales y té helado.

Enviar la indisposición lejos

Además de la falta de apetito y sed, en los calurosos días de verano, el cuerpo está más mal y casi no desea realizar actividades, ya sea en el trabajo, la escuela o incluso el ejercicio.

Hasta que su cuerpo se acostumbre, el cambio de hora provoca un cierto desajuste en el reloj biológico y termina causando cambios físicos en el cuerpo, como insomnio, falta de apetito, somnolencia, cansancio e inatención durante todo el día. Esta molestia a menudo termina interrumpiendo sus actividades, pero puede adaptarse al horario de verano haciendo algunos cambios.

Tener un buena noche de sueño y despierte siempre en días calurosos, tome una ducha refrescante antes de acostarse y al despertar a la temperatura del agua de la ducha tibia, casi fría. No se salte ninguna comida y, por difícil que sea, intente hacer algo de ejercicio físico para mantener su cuerpo en movimiento y alejar la pereza.

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