Con la llegada del invierno, la demanda de calentadores aumenta para hacer que el ambiente sea cómodo y cálido. Pero para usar el dispositivo sin causar daños a la salud, se necesita sentido común y algo de cuidado.
Es el calentador eléctrico el que causa el menor daño a la salud y el calentador de aceite puede contaminar el mismo ambiente que un aire acondicionado con filtros sucios. Los calentadores de gas y los calentadores de agua son aquellos que requieren atención adicional ya que pueden causar incendios si no se siguen las recomendaciones de uso del fabricante.
Estos modelos de calentadores consumen oxígeno y, por lo tanto, deben tener termostato, un dispositivo que apaga el aparato cuando alcanza altas temperaturas.
Durante la temporada de baja temperatura, es común que el aire se vuelva más seco y, en general, los calentadores se colocan en interiores para que no se pierda su eficiencia.
El problema es que el uso de calentadores puede reducir aún más la humedad del medio ambiente, causando molestias en la nariz y la garganta y agravando enfermedades respiratorias comunes como el asma, la rinitis y la sinusitis. Un consejo para aliviar estas molestias es colocar un recipiente con agua en la habitación donde se enciende el calentador.
En el caso de los calentadores de gas, se recomienda mantener siempre una ventana abierta durante el uso. Esto se debe a que encender el dispositivo en un entorno sin ventilación puede provocar envenenamiento por monóxido de carbono, con un grave riesgo de lesiones cerebrales o la muerte.
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